¿Cómo vas a investigar del conflicto entre cartel de Sinaloa y los zetas si desconoces categóricamente sus nombres?
Si sacamos cuentas, el gobierno de Felipe Calderón le quedó a deber a la población mexicana más explicaciones de lo que hizo, que lo que presumía en cada uno de los comunicados que convocaba cada vez que abatía a uno de los criminales que, según sus fuentes de inteligencia, eran los meros del crimen organizado.
Que si la Tota, que si el Tres Pies, que si la Marrana. De eso no nos podemos quejar, hubo variedad en los alias de los detenidos. Desde donde se le quiera ver, el ingenio creativo mexicano destacando hasta en la violación de derechos humanos
La nueva del gobierno federal priista es cambiar absolutamente el teorema de comunicación en este sentido de las detenciones y la muestra pública de las acciones federales y locales de las fuerzas del orden. Recientemente publicaron el Nuevo Formato de Presentaciones que delimita la narrativa que debe ser cumplida como una responsabilidad con la sociedad.
De ahora en adelante no se podrán mostrar imágenes de la suntuosidad en la que viven los criminales, tampoco se podrán mencionar las palabras “cuerno de chivo” ni los nombres de los cárteles. En adelante, todos sin excepción son “presuntos responsables de los cargos que se les imputan y por los cuales serán procesados” a secas.
Este no es un cuerno de chivo, ni es oro.
Es comprensible que se eliminen los detalles irrelevantes y dañinos para la difusión de mensajes así de delicados, pero parece casi un berrinche del gobierno federal el desconocimiento de los hechos, tal y como son conocidos por la sociedad en general. ¿Cómo vas a investigar del conflicto entre cartel de Sinaloa y los zetas si desconoces categóricamente sus nombres?
Después de darle vueltas, resulta que será muy fácil. En realidad sólo habrá que diferenciar a los delincuentes por adjetivos más adecuados al entendimiento del presidente en turno: el más morenito, el más alto, el más feo, el de la playera del Cruz Azul, etcétera.
Al respecto, el profesor Gerardo Ocampo, responsable de Áreas Administrativas curriculares en el Tec de Monterrey y experto en materia de investigación social cree que las medidas tomadas son parcialmente correctas: “es necesario encontrar un término medio entre la depuración de información y la necesidad de conocimiento por parte de la comunidad a estos sucesos. Lamentablemente se sigue una política de bloqueo de información que no da razón de desarrollo auténtico en cuestiones de seguridad”.
Esto, obviamente es inexistente, también
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